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#Novedades de la industria
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Transición de JOC a APS
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Un gran cambio en la formación aeronáutica
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El sector de la aviación está experimentando cambios significativos, y uno de los más notables es el paso del tradicional Curso de Orientación para Jets (JOC) a la formación en Habilidades Avanzadas de Piloto (APS). Esta transición, impuesta por la evolución de los marcos normativos e impulsada por la necesidad de mejorar la seguridad y la preparación de los pilotos, refleja el reconocimiento por parte del sector de la creciente complejidad de la aviación moderna y la importancia cada vez mayor de las competencias avanzadas.
Durante décadas, el JOC ha sido la piedra angular de la formación de los pilotos, ya que constituye un paso esencial en la transición de los aviones ligeros a los reactores comerciales. El curso se centraba en proporcionar a los pilotos una comprensión básica del manejo, rendimiento y procedimientos de los aviones a reacción. Aunque eficaz en su momento, el JOC ha sido criticado por su limitado alcance, especialmente cuando se trata de preparar a los pilotos para manejar situaciones de alto estrés, anormales o de emergencia en las operaciones reales de las aerolíneas.
En respuesta a estas inquietudes, la industria de la aviación ha evolucionado hacia la formación en Habilidades Avanzadas de Piloto (APS), un programa más completo y riguroso diseñado para dotar a los pilotos de una gama más amplia de habilidades. A diferencia del JOC, que se centra en la familiarización con las operaciones de los reactores, el APS abarca temas avanzados como la prevención de alteraciones y la formación en recuperación (UPRT), la gestión de amenazas y errores, y técnicas mejoradas de toma de decisiones. Estos conocimientos adicionales se consideran fundamentales, especialmente a la luz de los incidentes de gran repercusión relacionados con la pérdida de control en vuelo (LOC-I), que sigue siendo una de las principales causas de accidentes de aviación en todo el mundo.
Una diferencia clave entre el JOC y el APS radica en el enfoque de la formación. Mientras que el JOC enseña principalmente a los pilotos a pilotar reactores en condiciones normales, el APS va más allá simulando situaciones extremas e inesperadas, desafiando a los pilotos a recuperarse de situaciones como entradas en pérdida aerodinámicas, barrenas y otras condiciones adversas. Al incorporar el UPRT al APS, los pilotos están mejor preparados para manejar las situaciones de alta presión que pueden producirse inesperadamente durante el vuelo.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha sido una de las principales impulsoras de este cambio. En 2014, la OACI introdujo nuevas normas para la UPRT, que muchas autoridades nacionales de aviación, incluida la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y la Administración Federal de Aviación (FAA), han adoptado. Estas normas exigen que las aerolíneas y las organizaciones de formación integren procedimientos de recuperación y emergencia más avanzados en sus programas de formación de pilotos.
Para las escuelas de vuelo y las organizaciones de formación, el cambio del JOC al APS representa tanto una oportunidad como un reto. Por un lado, el paso al APS les permite ofrecer programas de formación más sólidos y centrados en la seguridad que cumplen las normas reglamentarias más recientes. Por otro lado, requiere una inversión significativa en nuevos simuladores, planes de estudios actualizados y formación de instructores para satisfacer las mayores exigencias del APS.
Como explicó un experto en formación aeronáutica, "la transición del JOC al APS no consiste sólo en cumplir los requisitos reglamentarios. Se trata de asegurarse de que los pilotos están realmente preparados para lo inesperado". En un mundo en el que los sistemas de las aeronaves están cada vez más automatizados, tenemos que asegurarnos de que los pilotos siguen teniendo las habilidades fundamentales para manejar una aeronave en caso de emergencia."
Este cambio también refleja cambios más amplios en el sector de la aviación. A medida que las aerolíneas recurren cada vez más a tecnologías avanzadas y a la automatización, el papel de los pilotos evoluciona. Aunque la automatización puede mejorar la eficiencia y la seguridad, también crea nuevos retos, como el riesgo de depender excesivamente de los sistemas automatizados. La formación APS pretende abordar este problema garantizando que los pilotos mantengan sus habilidades de vuelo manual y puedan tomar el control en situaciones críticas.
Para los aspirantes a pilotos, el paso al APS puede parecer desalentador, ya que la formación es más exigente y requiere un mayor dominio de habilidades tanto técnicas como no técnicas. Sin embargo, el consenso en el sector es que este cambio acabará produciendo pilotos mejor preparados, lo que redundará en cielos más seguros para todos.
En conclusión, la transición del JOC al APS marca una evolución significativa en la formación de pilotos. Al centrarse en las habilidades avanzadas y la preparación para emergencias, el APS pretende abordar algunos de los retos de seguridad más acuciantes de la aviación moderna. A medida que el sector se adapte a estas nuevas normas, tanto los pilotos como las compañías aéreas y los pasajeros se beneficiarán de un sistema de aviación más seguro y resistente.