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El Retraso del Boeing 777-8 Agrega Arrugas a los Planes del Proyecto Sunrise
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Un retraso no especificado en el desarrollo del Boeing 777-8 ha puesto en tela de juicio los planes del Proyecto Sunrise de Qantas, en virtud del cual la compañía aérea australiana esperaba lanzar el servicio de Sydney a Londres utilizando el producto Boeing o una versión del Airbus A350 de muy largo alcance
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Corroborando un informe de la revista del sector The Air Current, Boeing confirmó la decisión de ralentizar el desarrollo de la más pequeña de las dos variantes del 777X, pero añadió que no tiene la intención de abandonar la competencia de Qantas.
"Revisamos nuestro programa de desarrollo y las necesidades de nuestros clientes actuales de 777X y decidimos ajustar el programa", dijo un portavoz de Boeing en una declaración escrita. El ajuste reduce el riesgo en nuestro programa de desarrollo, asegurando una transición más fluida al 777-8". Continuamos comprometiéndonos con nuestros clientes actuales y potenciales sobre cómo podemos satisfacer las necesidades de sus flotas. Esto incluye a nuestro valioso cliente Qantas"
Aunque Boeing aún no había revelado un programa de certificación definitivo para los 350 a 375 asientos 777-8, las expectativas de que la entrada en servicio se llevaría a cabo a tiempo para la implementación del Proyecto Sunrise a finales de 2022 o principios de 2023 han demostrado ser erróneas. De hecho, el 777-9 de 400 a 425 asientos, que originalmente se esperaba que volara por primera vez este año, ahora se enfrenta a la posibilidad real de no alcanzar su primer objetivo de entrega a finales de 2020.
A finales del mes pasado, Boeing confirmó que ha movido el objetivo para el primer vuelo del 777X a principios del próximo año desde la segunda mitad de 2019, tras consultar con el fabricante de motores General Electric, cuyo nuevo GE9X sigue sufriendo retrasos, mientras que la compañía de motores rediseña un estator en la parte delantera del compresor que ha mostrado un desgaste mayor del previsto durante las pruebas. Hablando durante la llamada de ganancias del segundo trimestre de su compañía el 24 de julio, el director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, dijo que las agendas todavía requieren la primera entrega para finales de 2020, mientras que se cubren un poco sobre la certeza de la línea de tiempo. "Sabemos que hay una clara presión sobre ese[calendario]", admitió.
Muilenburg expresó entonces su satisfacción por los avances en el desarrollo que Boeing ha logrado con el resto del 777X. "En el lado del avión del esfuerzo, estamos muy satisfechos con el progreso", dijo, señalando que en el último trimestre la compañía ha completado las pruebas finales de "guanteletes" 777X, incluyendo pruebas de integración de sistemas a nivel de avión en la fábrica y pruebas de taxi de baja y alta velocidad.