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Motores aéreos investigados en un estudio de economía circular
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Un proyecto de investigación dirigido por la Universidad de Exeter pretende demostrar cómo los datos recogidos de productos en uso, como los motores aéreos, pueden ayudar a las empresas a adoptar estrategias para la reutilización de recursos.
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El proyecto "Circular 4.0", financiado por la EPSRC, tiene por objeto demostrar que la adopción de los principios de la economía circular puede añadir valor a las empresas, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental y a través de un mayor valor de marca. Entre sus socios se encuentran Rolls-Royce, Airbus y la Universidad de Cranfield.
Para el final del proyecto, en enero de 2022, el proyecto espera haber identificado tres casos de uso específicos aplicables a Rolls-Royce, Airbus y Riversimple, fabricante de automóviles con pila de combustible de hidrógeno. La propuesta del proyecto señala que aunque ha habido éxitos "por parte de un puñado de fabricantes para avanzar hacia prácticas más sostenibles mediante el uso de inteligencia basada en datos", las empresas siguen sin tener claro cómo implementar estrategias de economía circular.
La directora del proyecto, Prof. Fiona Charnley, subdirectora del Centro de Economía Circular de la escuela de negocios de la Universidad de Exeter, dijo que entre los socios del proyecto, el caso de uso de Rolls-Royce es actualmente el más avanzado.
Rolls-Royce recopila una amplia gama de datos de sus motores aéreos, incluyendo información de Condition Monitoring, pero también horas de vuelo e información histórica sobre los componentes que fallan con mayor frecuencia. Este objetivo es combinarlo con otras grandes fuentes de datos sobre patrones meteorológicos, y si el motor ha sido volado en condiciones arenosas o salinas, por ejemplo, para desarrollar una "métrica de salud" que evalúe la vida útil restante de los diferentes componentes. A su vez, esto permitirá tomar decisiones más informadas sobre si las piezas pueden "cosecharse" para su reutilización en motores reacondicionados, por ejemplo.
"Un motor contiene muchos componentes diferentes y tiene diferentes ciclos de vida. Hay mucho valor desperdiciado: al final de un ciclo de vida se desmonta un motor y no se entiende realmente cuánto tiempo queda de vida o valor en algunos de esos componentes", dijo el profesor Charnley.
Este enfoque podría llevar a una reducción en el uso de recursos finitos valiosos. "A medida que los recursos se vuelven más caros, los fabricantes de alto valor están tratando de reducir el uso de recursos vírgenes", agregó. Existe un valor comercial potencialmente significativo para las empresas al reducir su dependencia de nuevos recursos, pero aunque puedan tener componentes que tienen mucha vida en ellos, carecen de "los datos específicos para demostrar que son tan buenos como los nuevos de manera efectiva".