Añadir a mis favoritos
Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés
haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
El Departamento de Defensa encuentra un bajo riesgo de transmisión de COVID-19 en vuelos comerciales
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
El estudio, en el que se utilizaron aviones de United Airlines, ha desatado cierta controversia.
{{{sourceTextContent.description}}}
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) concluyó recientemente un estudio destinado a determinar el riesgo que suponía volar en aviones comerciales en la era de COVID-19. Los resultados fueron sorprendentes. El estudio encontró que había un riesgo muy bajo de contactar con el coronavirus en un avión, incluso cuando está lleno, llamando a la cabina de un avión comercial el espacio interior más seguro.
Para determinar la propagación del virus, que puede transmitirse a través de superficies contaminadas (fomentar la transmisión) o a través del aire, los investigadores utilizaron aviones de pasajeros, su uso fue donado por la UAL, y rastrearon la propagación de un falso virus en toda la cabina. Encontraron que con el uso de filtros HEPA, el 99,9 por ciento de las partículas salieron de la cabina en seis minutos. Para medir la propagación, los investigadores instalaron un maniquí en el asiento del pasajero. El pasajero maniquí generó repetidamente un aerosol de partículas simulando una tos. Para ver cuán lejos viajaban esas partículas, los técnicos colocaron sensores en toda la cabina del avión. Como hemos notado, la propagación fue insignificante, los investigadores postulan que los pasajeros de las cabinas de los aviones reales enfrentan un riesgo de .0003 por ciento de contraer el virus.
El estudio fue extenso, con más de 300 pruebas en seis meses.
Los resultados llevaron a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (un grupo de presión de la industria turística) a afirmar que sus posibilidades de contraer COVID-19 en un vuelo eran menores que las de ser alcanzado por un rayo, situándose la cifra en que sólo se han conocido 44 casos de personas que contrajeron COVID-19 por exposición durante un vuelo.
Los críticos del estudio señalan las deficiencias del diseño de los experimentos, observando que el maniquí no se movía por la cabina, no usaba el baño, no hablaba con otros pasajeros ni se mezclaba con los demás en la puerta de embarque.
Se ha informado de que las tasas de viaje de los pasajeros han disminuido en un 70% desde que comenzó la pandemia a principios de este año, y la mayoría de los líderes de las aerolíneas admiten que los viajes probablemente no se recuperarán hasta después de que se haya desarrollado y distribuido ampliamente una vacuna.