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Los beneficios se disparan, pero Bombardier se muestra prudente sobre la rampa de entrega de aviones

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A pesar de que en el cuarto trimestre se produjeron menos entregas de aviones en comparación con el año anterior, Bombardier superó las previsiones del año pasado con un aumento de los ingresos y los beneficios del 7% y el 220%, respectivamente, ya que los envíos de aviones de negocios ascendieron a 120, según ha informado la empresa esta mañana. Además, el fabricante con sede en Montreal tiene previsto aumentar las entregas "un poco" este año y hasta un 15-20% en 2023.

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En una llamada con analistas, el presidente y consejero delegado de Bombardier, Eric Martel, calificó el año 2021 como un año de "planificación, ejecución y prudencia" en el que la empresa avanzó como fabricante de aviones de negocios puro. También expresó su satisfacción por el hecho de que la empresa haya logrado todos sus objetivos: convertir el Global 7500 en un "acelerador" de ingresos, ampliar su presencia en el mercado de posventa con 1.200 millones de dólares de ingresos, desapalancar su balance con un recorte de 250 millones de dólares en los gastos de intereses y mantener el objetivo de reducción de costes de 400 millones de dólares para 2023.

En el trimestre, Bombardier entregó 38 aviones de negocios, frente a los 44 de hace un año, y las entregas de aviones grandes se redujeron en 10 unidades, hasta 18. Por su parte, las entregas de Learjet se redujeron a la mitad, hasta dos unidades, a medida que la empresa reduce sus programas de aviones ligeros. Martel reiteró que los tres últimos Learjets se entregarán este año.

Como resultado, los ingresos de los reactores comerciales en el cuarto trimestre de 2021 se redujeron en 500 millones de dólares, hasta los 1.700 millones. Pero los beneficios ajustados pasaron de una pérdida de 1 millón de dólares en el cuarto trimestre de 2020 a una ganancia de 232 millones de dólares en el trimestre más reciente.

Martel explicó que en el cuarto trimestre los resultados fueron un poco inusuales porque el inicio de la pandemia -y las restricciones de viaje y paradas de fábrica asociadas- habían provocado un cambio en las entregas hacia el final de 2020, lo que hizo que el último trimestre de ese año fuera realmente fuerte. "El año 2020 fue un poco extraño debido a la pandemia", dijo, y se sintió alentado por el hecho de que el año 2021 dio lugar a una distribución y una secuencia mucho mejores a lo largo del año.

Para el año, las entregas de aviones de negocios eclipsaron los totales de 2020 en seis. Las entregas de Global ascendieron a 66, lo que supone una mejora de siete unidades; el buque insignia Global 7500, que los ejecutivos de Bombardier ven ahora como un programa rentable, representó 39 de esas entregas. Las entregas de Challenger se mantuvieron estables en 44 unidades en cada uno de los dos últimos años, mientras que las de Learjet se redujeron en uno, hasta 10, en 2021.

Esto dio lugar a unos ingresos de 6.000 millones de dólares en aviones de negocios el año pasado, superando las previsiones que Bombardier ya había revisado al alza en agosto de 5.800 millones de dólares. Los beneficios, por su parte, se dispararon hasta los 640 millones de dólares, frente a las previsiones revisadas de 575 millones de dólares y de 200 millones de dólares en 2020.

Además de la mayor rentabilidad del Global 7500 y la combinación más favorable de entregas en general, los ingresos y los beneficios se vieron impulsados por la campaña de Bombardier para equilibrar su flujo de ingresos con más ventas de posventa. Los ingresos de la posventa aumentaron un 25% respecto al año anterior, ya que los vuelos se recuperaron y Bombardier avanzó en el aumento de la capacidad de servicio.

Se espera que este año se produzca un nuevo salto, ya que la empresa está abriendo instalaciones nuevas y ampliadas en Singapur, Australia, Reino Unido y Estados Unidos. Bombardier tiene el objetivo de aumentar la contribución de la posventa del 18% en 2018 al 27% en 2025.

En cuanto al futuro, Martel señaló que la fuerte relación libro-factura de 1,53:1 aumentó la cartera de pedidos en 1.500 millones de dólares el año pasado, hasta los 12.200 millones. Aunque dijo que Bombardier estaba viendo que las ventas seguían siendo fuertes en el primer trimestre de este año, la empresa seguía siendo conservadora en sus perspectivas dadas las posibles incertidumbres en torno a los conflictos mundiales, la cadena de suministro y la pandemia. Por ello, proyecta una relación libro-factura de aproximadamente 1,1:1 este año.

Aun así, señaló que la producción de este año está prácticamente agotada y las plazas de 2023 se están llenando. Se espera que los ingresos superen los 6.500 millones de dólares en 2022, y se prevé que los beneficios mejoren otro 29%, hasta los 825 millones de dólares. La empresa cree que un mayor número de servicios de posventa, junto con la mejora de la rentabilidad del Global 7500, ayudarán en ambos aspectos.

En cuanto a la producción de este año, Martel dijo que el aumento de las entregas se producirá con los Challengers, señalando que el aumento de la producción de los Globals requiere más tiempo de espera. Por ello, Bombardier prevé un mayor aumento de la producción en 2023 frente a 2022.

Subrayó que al planificar sus aumentos de producción, Bombardier estaba sopesando la cartera de pedidos, los precios y la cadena de suministro. Aunque sostiene que los tres son igual de importantes, Martel señaló que la cadena de suministro sigue presentando retos que hacen necesario un enfoque cauteloso para el aumento de la producción.

Sin embargo, el año 2021 estuvo marcado por algunos hitos para la empresa canadiense, como la presentación del Challenger 3500, que, según Martel, ha generado fuertes ventas, así como la entrega del Global número 1.000

El programa Global 7500, por su parte, se acerca a su entrega número 100 este año, mientras la empresa celebra su 80º aniversario.