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#Novedades de la industria
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El superjumbo de Airbus, impulsado por hidrógeno, volará en 2035
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Airbus ha anunciado sus planes de probar motores alimentados por hidrógeno para su superjumbo A380, ya que los proyectos de hidrógeno verde deben ser prioritarios.
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Los aviones, los buques de carga y el transporte de mercancías a gran escala son considerados por muchos como el último bastión de los hidrocarburos. Sin embargo, esto podría estar a punto de cambiar con el reciente anuncio por parte de Airbus de sus planes de probar motores a reacción alimentados por hidrógeno en su superjumbo A380 y ponerlo en servicio en 2035. El hidrógeno desempeñará un papel crucial en la transformación de un sector difícil de descarbonizar como el de la aviación en un sistema de carbono cero en las próximas décadas. Sin embargo, Airbus aún tiene un largo camino por delante a pesar de estos ambiciosos objetivos
La colaboración entre CFM International, la empresa conjunta (JV) entre GE y Safran Aircraft Engines, y Airbus llega en un momento en el que las empresas de todos los sectores económicos y geográficos están sometidas a una presión creciente para descarbonizar sus operaciones y alcanzar las emisiones netas de carbono cero. Para algunas industrias, se trata de un reto relativamente sencillo de superar. Sin embargo, para otras, supone un reto tecnológico considerable. El sector aeroespacial es un ejemplo de ello, ya que representa el 2,4% de las emisiones mundiales.
El hidrógeno tiene un gran potencial. Puede producirse sin emisiones de carbono y, cuando se utiliza como combustible, sólo produce agua, lo que permite un transporte con cero emisiones. También tiene un importante potencial energético, ya que es mucho más denso energéticamente y considerablemente más ligero que su principal competidor, la batería.
La infraestructura del hidrógeno sigue siendo un punto débil
A pesar de las prometedoras perspectivas del hidrógeno, aún queda un importante camino por recorrer. En los próximos años, la ampliación de la infraestructura de hidrógeno deberá convertirse en una prioridad clave para que Airbus pueda comercializar una flota de aviones propulsados por hidrógeno. El uso del hidrógeno como combustible de aviación exigirá una importante revisión de la cadena de suministro, que requerirá una mayor capacidad de producción de hidrógeno y líneas de suministro para su transporte.
De momento, en 2022, Airbus ha acordado realizar un estudio de viabilidad para establecer un centro de hidrógeno en el aeropuerto de Changi (SIN) de Singapur, junto con la Autoridad de Aviación Civil de Singapur y la empresa de gas industrial Linde. Airbus también ha firmado un memorando de entendimiento con SEA, la empresa que gestiona los aeropuertos de Milano Linate (LIN) y Milano Malpensa (MXP), para estudiar y ejecutar proyectos de distribución de hidrógeno en los aeropuertos de Milán.
Comienzan a girar las ruedas de los proyectos de hidrógeno verde
El hidrógeno producido por electrólisis con energía renovable es la principal forma de producir hidrógeno verde. Actualmente, el hidrógeno verde sólo representa el 1% de todo el hidrógeno producido. Esto tendrá que cambiar para apoyar las flotas de aviones con cero emisiones de carbono.
Se espera que el hidrógeno con bajas emisiones de carbono cobre impulso en las próximas décadas, con enfoques de producción de hidrógeno verde y azul ganando importancia tanto en el sector público como en el privado. Muchos países han fijado objetivos para crear capacidades de hidrógeno verde en los próximos cinco a 20 años. La UE ha anunciado que aumentará su capacidad de hidrógeno verde hasta los 80 GW en 2030, y otros países europeos también han anunciado la adición de capacidad de hidrógeno verde en torno a ese plazo. En Asia, Japón y Corea del Sur tienen previsto aumentar su capacidad de hidrógeno verde hasta 15 GW para 2040 y la India tiene previsto producir cinco millones de toneladas de hidrógeno verde al año para 2030.
Además, los avances tecnológicos en el ámbito de la energía eólica, como los aerogeneradores más grandes y las palas más largas de los rotores de los aerogeneradores, junto con el aumento de la eficiencia de las células solares fotovoltaicas, resultarían beneficiosos para el despliegue de proyectos de hidrógeno verde. Los costes de los nuevos proyectos de energía solar fotovoltaica han caído por debajo de los 1.000 dólares por kWh, mientras que los costes medios de los nuevos proyectos eólicos han descendido a unos 1.400 dólares por kWh. Esto mejora los costes nivelados de los proyectos de hidrógeno verde. La tecnología de las pilas de combustible de hidrógeno sigue siendo una tecnología prometedora y el impulso está de su lado, sin embargo, está muy lejos de la aplicación comercial a gran escala. Formular una transición rentable y bien regulada es una cuestión compleja y el coste de producir hidrógeno a partir de fuentes de energía renovables es actualmente caro. Ahora es el momento de ampliar las tecnologías de baja emisión de carbono y reducir sus costes, para que la tecnología del hidrógeno pueda utilizarse ampliamente.